CANCIÓN

Escribiré la canción más triste de la historia, para lograr con los versos, darte todo el amor que tengo para ti, te mostraré con cada letra el cariño que no pude entregarte, acomodaré las notas con tal melancolía que sabrás de qué tamaño es el dolor que me invade. Escribiré una canción que sientas correr por tus venas, que logre tocar esa parte de tu corazón que ya perdí.

Dedicaré mis noches y días a recordarte enteríta, dormida o despierta, alegre o molesta, de pié o acurrucada, vestida o en la regadera. Cerraré los ojos para verme de nuevo en ti, para recordar lo hermoso que es sentir. Colocaré en el cajón de mis sueños la mejor de tus sonrisas y dormiré junto a ti.

Encenderé una vela a todos los santos, borregos de mis noches, para pedirles que logres dormir. Visitaré tu alcoba en la puesta del sol, me abrazaré del calor de tu cuerpo, de la profundidad de tus sueños, del erotismo de tu cama y tus ojos de amor, para recordarte siempre… amanecer contigo.

Escribiré la canción más triste de la historia para narrarte uno a uno los versos de mi soledad, lograrás entender lo complicado de mis neuronas, sus risas, ternura, llanto y euforia. Terminarás por abrazar una hoja de papel en blanco que contenga todo lo que no te dije. Secarás con tu mano la lágrima, única, que recorrerá tu mejilla al acordarte de mí.

Soplaré las velas del más suculento pastel de frutas que hubiera preferido saborear contigo, insistiré en recordarte que el amor que te amo es interminable. Serviré en tu plato un caldo de agua salada condimentado con melancolía y suspiros del alma. Lograrás degustar lo amargo que está mi corazón en esta jaula.

Lograré con el tiempo, espero tiempo; leerte estas líneas sin que se me quiebre la voz. Sin que mis ojos se conviertan en el rápido río de aguas heladas que congelan mi alma mientras sigo pensando en ti. Lograré entonces, en ese día, recordar el ahora; en que escribo esta canción, con una sonrisa puesta en la boca, divulgando alegría porque ha sanado mi corazón.

Amaré mientras, en mis sueños bizarros, tu aroma, tu cuerpo, tu sombra y tu luz. Me embriagaré de ti hasta perder la razón, hasta tocar fondo, hasta olvidar mi nombre. Despertaré adolorida, triste, confundida, enojada, arrepentida, decepcionada y pensativa… que valga la pena decirlo, me emborraché de ti.

Escribiré la canción más triste de la historia para entregarte en cuerpo y alma, lo que sólo te amé a ti.

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