FUISTE

Te escribo en la melancolía de mis noches solitarias,
en las que recuerdo tu presencia en nuestra cama...

Fuiste mi conquista, mi viento y mi esperanza,
mi creencia, mi motivación y mi raza,
el adorno de mis noches,
la alegría de mis días.

Fuiste mi tierra, mi agua y mi sed,
mi inspiración, mi alimento y mi fe,
el cielo, las nubes y el azul.

Fuiste mis sonrisas, mi cariño y ternura,
la música del viento con la que bailé a solas,
una sonrisa cautivadora.

Fuiste mi fuerza, mi coraje y valentía,
la dulzura de mi amanecer,
la ternura en cada caricia,
la tentación en cada suspiro.

Fuiste la luz de mi mirada,
el encuentro de nuestros cuerpos,
el deseo, el calor de los colores,
el orgasmo de alarido.

Fuiste el surrealismo de mis sueños,
quien dibujara mis latidos,
la palabra exacta,
mi aprendiz de baile,
mi motivo, mi descanso y mi alivio,
mi canto, mi llanto y suspiros.

Fuiste quien alimentó mis ilusiones,
quien tomó mis sueños en sus manos.
Fuiste mi inspiración día con día,
quien se adueñó de mí.

Por todo eso fuiste...
Y seguirás siendo.

SILENCIO

Me visita en la mente tu sonrisa tímida,
tus labios suaves, perfectos,
que enmarcan la dulzura de tu boca.

Me imagino deslizándome por tu cuerpo,
respirando el aroma de tu piel.

Sin trazar un rumbo, te recorro entera,
de pies a cabeza,
acaricio tu luz,
hallo tus sombras
y saboreo cada segundo que la inspiración provoca.

Tu cabello se pierde entre mis dedos
y respiro de tu aliento esa sed del momento,
susurro en tu cuerpo todas mis letras.

Y bendigo en silencio el instante tuyo y mío.

AQUEL MOMENTO

Y recuerdo ese primer beso, el que robó mis sentidos, que me ahogó en un alarido silencioso, mientras saboreaba tus labios con los ojos bien cerrados, que me dejó sin respirar, con las letras circulando por la mente, deseando que durara para siempre, intentando callar el bullicio, en un instante suspendido, cuando el tiempo se detuvo, que comí de lo prohibido, retrocedí con sorpresa, deletreé tu nombre en mi cabeza, mordí tus labios, eras mía, sin censura, sin agonía, te robé la mirada, la fotografié para mi mente, me sentí soñando, temblando ciertamente, el fondo musical, la alcoba a oscuras, tu cuerpo y el mío a tientas, nos encontramos en los labios, en la timidez de tu sonrisa coqueta, conquistaste mi cordura, mi timidez quedó lejana, en la suave agonía del momento, con las manos frías, el deseo recatado y tu mirada en mi.